jueves, 24 de septiembre de 2020

LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO DEL SAXOFÓN

      Mantener un instrumento en buen estado es necesario e imprescindible para su cuidado regular. Del cuidado y mantenimiento que tengamos en el saxofón, va a depender en gran parte su esperanza y calidad de vida, por lo que debemos tomarnos esta cuestión de especial interés e importancia. 

      Algo simple e importante sobre el mantenimiento básico del saxofón con lo que podemos alargar su vida y la calidad del mismo es: 


    • Protegerlo contra la exposición directa al Sol 
    • Evitar contacto permanente con la humedad 
    • Alejarlo de fuentes de calor (chimeneas, calentadores, radiadores, etc.)


      El principal enemigo del instrumento es la humedad, ya que comprende una parte de la saliva o el vapor del aire que expulsamos condensándose éste por la diferencia de temperatura entre el cuerpo y el exterior, y que según el individuo conlleva un mayor o menor grado de acidez. Por otra parte la humedad propiamente dicha; todos estos factores actúan negativamente sobre el saxofón, interna y externamente. 


      El saxofón, como toda máquina más o menos compleja,  necesita limpieza y mantenimiento, para su óptima conservación y rendimiento. Si no realizamos un mantenimiento adecuado del interior del saxofón después de cada uso, con el tiempo se puede acumular dentro de las tuberías un nivel de suciedad no deseado de saliva. Esta, además de su difícil y costosa limpieza, puede acabar afectando a la sonoridad de nuestro instrumento.


      Pero esta limpieza no solamente es importante por mantenimiento del instrumento, sino también por higiene, y es que la falta de limpieza puede generar la aparición    de hongos y bacterias en el interior de nuestro instrumento. La importancia de mantener la limpieza de tu saxofón es fundamental.


      Desde la declaración del “Estado de Alarma” el pasado mes de marzo, la preocupación sobre la vuelta segura a las aulas y cómo sería nuestra protección ante el coronavirus en las clases de instrumento ha sido una de las incertidumbres que todos/as hemos tenido.  


      Dado que la transmisión de bacterias y virus es una preocupación real, es importante adoptar unas medidas preventivas de seguridad e higiene respecto a nuestro instrumento. Por lo tanto COMPARTIR un instrumento, boquilla o caña a día de hoy es un acto que aunque sea por un instante se debería de evitar y no es recomendable hacerlo. 


      Resumiendo, la limpieza e higiene en el instrumento es uno de los aspectos primordiales desde el primer día que estamos en contacto con nuestro saxofón, para de esta forma alargar la vida y la calidad del instrumento.


Limpieza interior


      Es la más importante y se hace después de cada sesión de práctica o concierto. Incluso llegando a limpiarlo varias veces en mitad de la misma sesión si esta es muy larga. Es fácil de recordar: su interior se limpia cada vez que se usa. No es un paso que te quieras saltar por las consecuencias que implica. En casos de suciedad extrema se puede ver afectada hasta la afinación del instrumento porque la suciedad afecta directamente al diámetro interno del saxofón, haciéndolo más estrecho y por tanto la afinación más aguda. 


EVITAR el uso del escobillón, ya que deposita partículas de polvo y pequeñas deshiladuras en las zapatillas. Además, está el hecho de que al dejarlo puesto dentro, mantendríamos la humedad en el saxo.



      Realiza la limpieza siempre de la parte más ancha a la parte más estrecha, tanto de la boquilla, como del tudel y en el cuerpo principal. El saxofón no es más que un tubo de construcción cónica con orificios, lo que significa que si metes el trapo de limpieza por la parte más estrecha, se apelmazará y no llegará a limpiar correctamente las partes más anchas del tubo.



      Usa trapos fabricados para el cuerpo principal y para el tudel y boquilla. No sueltan pelusas, secan muy bien y tienen una cuerda contrapesada de la longitud necesaria.


      Guarda tus trapos en el bolsillo exterior de la funda del saxo y dentro de una bolsa hermética (cualquier bolsa para congelar comida que disponga de un cierre tipo zip es perfecta). Evita dejarlos húmedos cerca del saxo o se oxidará. Los trapos olerán mal en poco tiempo, así que lo mejor es meterlos a la lavadora cada dos semanas.



LIMPIEZA DE BOQUILLA 


      Las boquillas de ebonita deben ser limpiadas todos los días usando apropiadamente un limpiador de boquillas y semanalmente deben someterse a un lavado más profundo.






      Para la limpieza semanal, puedes usar un pequeño vaso, donde la boquilla se introduzca de forma holgada. Colócala, con mucho cuidado para no dañarla, con la punta hacia abajo. Llena el vaso con una solución (al 50%) AGUA y AGUA OXIGENADA (3%) hasta que el líquido sobrepase la ventana de la boquilla. Espera sobre 15 minutos, sácala y retira cualquier resto calcáreo o residuo que se haya podido desprender del interior de la misma. Enjuágala bien y sécala con un paño por fuera y por dentro antes de ponerla en el estuche. 


También existen sprays que dejan la boquilla libre de bacterias y malos olores:



Piensa que es la parte del saxofón que está en contacto directo con tu boca, la higiene en este punto es muy crucial. 


Limpieza de boquilla:https://youtu.be/m-DbK7FzQvM


LIMPIEZA DE LA CAÑA 


Limpiaremos y secaremos la caña con un paño para guardarla en su funda o portacañas. No tocar ni venir a clase con cañas en malas condiciones higiénicas. 


LIMPIEZA DE TUDEL 


      La limpieza del tudel debe ser realizada diariamente. Para ello usa tu limpiador indicado para el tudel. Si deseas realizar una limpieza más profunda, válete de una toallita humedecida en alcohol isopropílico para limpiar la superficie y el interior al que puedas acceder.


      Asimismo los tudeles deben ser limpiados profundamente cada mes, con una solución de agua jabonosa neutra y agua corriente. 



Limpieza de  tudel https://youtu.be/G8cBoyGdFa0


Limpieza al detalle

 

  • Llaves 


      Hay algunas llaves que tienden a acumular suciedad y humedad en sus zapatillas. Para evitar que se peguen las zapatillas es importante y recomendable que tengas una rutina adecuada para su limpieza y que utilices el material adecuado. No utilices papel de fumar porque se puede romper fácilmente. Nuestra recomendación es que utilices papel secante porque es perfecto para acabar con la humedad de las zapatillas.




      Ten en cuenta, a la hora de utilizarlo, que debes colocarlo debajo de la zapatilla y abrirla y cerrarla, nunca arrastrar el papel. Podría rasgarse y quedarse dentro.

Las llaves en cuestión son: c1, c2, c3 , c4 ,  c5 ,  Tc , Ta , G#, C# grave y especialmente Eb grave, que como ya sabes es donde va a parar toda la suciedad y humedad por su ubicación en el instrumento.

 

Limpieza exterior

 

      Para la limpieza exterior, lo más recomendable es utilizar bayetas de microfibra especiales, con la que quitaremos las huellas dactilares, grasa, restos de sudor, marcas de agua, etc. que puedan quedar en la superficie de nuestro saxo que cuentan con diferentes modelos dependiendo de si el instrumento es lacado o plateado. Aunque cualquier paño de microfibra del supermercado es suficiente.



      También puedes hacer uso de una pequeña brocha o cepillo blando para acceder a las partes más difíciles. En todo caso, te recordamos que, para limpiar el saxofón por fuera, no debes utilizar ningún tipo de producto abrasivo porque pueden dañar los corchos o las zapatillas.


      En resumen, limpiar nuestro saxofón no es difícil, por lo que si te preocupas por que tenga una buena sonoridad además de por la higiene, dedícale un tiempo periódicamente. De esta forma no solo lo notarás positivamente al tocar, sino que te sentirás más a gusto y tu instrumento te gustará aún más. 


 

Casos de suciedad extrema

 

      En algunos casos encontramos saxos muy sucios, sobre todo cuando compramos en el mercado de segunda mano. En estos casos la limpieza ha de hacerla un reparador profesional, ya que habrá que desmontar todo el instrumento, limpiarlo, volverlo a ensamblar y ajustarlo. En el 95% de estos casos el saxo necesitará un enzapatillado nuevo y un ajuste completo, es un trabajo caro y laborioso, pero quedará como nuevo y listo para dar servicio por muchos años.

 

      Recuerda la cantidad de años que dura un enzapatillado depende de la calidad del material del que estén hechas las zapatillas y de lo exhaustivo que seas respecto a su limpieza después de cada uso.

 

 

      Ten en cuenta que la reparación más costosa que le tendrás que hacer a tu saxo es el enzapatillado. Mantén en mente que es algo de lo que no te puedes librar (es similar a cambiar los neumáticos del coche) pero sí que puedes retrasarlo lo máximo posible haciendo una buena limpieza tras cada uso.



Limpieza de zapatillas con papel de fumar


      Junto al papel secante, el papel de fumar es una de las herramientas más útiles para limpiar las zapatillas. De hecho, es probablemente la más utilizada porque absorbe muy bien los restos de saliva, de agua o de humedad que pueden quedar en las zapatillas o en los oídos. Lo que pasa es que a veces no lo usamos correctamente. Ten en cuenta este consejo:


      Cuando coloques el papel bajo la zapatilla, olvídate de presionar y tirar. Eso puede provocar que, si el papel está muy húmedo, se rompa y queden restos dentro del instrumento y también que se erosione la piel de la zapatilla.


Para secar la humedad bastará con abrir y cerrar la llave sin deslizar el papel. Su material es suficientemente absorbente para que con este gesto elimines la humedad.


Grasa para corchos


      Para hidratar los corchos de las espigas, utiliza siempre grasa para corchos. Aunque el efecto sea parecido a simple vista, no uses nunca vaselina. Eso sí, elimina los restos de grasa una vez lo hayas aplicado. Así evitarás que se humedezcan más de lo necesario y terminen pudriéndose.

Gamuza limpia metales 


      El limpia metales no es apto para todos los materiales, no lo utilices nunca para instrumentos lacados. En cambio, sí se puede utilizar para instrumentos sin laca o bañados en oro, siempre que se limpien bien después los restos con agua y jabón porque sino sí que puede deteriorarlo. Por eso, este tipo de limpiezas hay que hacerlas cuando se desmonta el instrumento completo y así será mucho más fácil eliminar después los restos que puedan quedar.



      Lo más recomendable para limpiar el cuerpo del instrumento, si éste es de metal, son las bayetas de microfibra. De hecho,  puedes elegir una bayeta especial dependiendo de si tu instrumento es lacado o plateado.


No usar pegamentos en las reparaciones de urgencia


      Puede que alguna vez os hayáis encontrado en una situación de urgencia como ésta: se despega un corcho o un fieltro antes de un concierto o una cita importante y no tenéis tiempo para llevarlo al taller. Ante un problema como éste, si os atrevéis, podéis solucionarlo temporalmente pegando la pieza de nuevo pero no utilicéis nunca pegamentos como el Loctite o el Superglue porque dañarán los materiales. 


      En caso de tener que hacerlo, os recomendamos pegarlo siempre con cola de contacto. Y una vez pasado el bache, llevarlo a vuestro taller para arreglarlo correctamente.


No excederse en el engrasado de los tornillos


      En el equilibrio está la virtud. Engrasar los tornillos y los pasadores de vez en cuando es necesario, para que se muevan con mayor fluidez, pero todo debe hacerse en su justa medida. Si te excedes con la grasa, puedes provocar incluso que los corchos se caigan al ir absorbiendo el exceso el aceite.


      Recuerda también que para el engrasado debes usar aceites especiales para ello, olvídate de usar aceite de máquina de coser o 3 en 1 como a lo mejor has podido escuchar en alguna ocasión.


Esperamos que estos consejos os hayan sido útiles. 












Aula de Saxofón del Conservatorio 

Profesional de Música “Costa del  Sol” de  Fuengirola

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